
España tiene una historia rica desde la antigüedad. Conquistado por los moros en el medio del primer milenio, España fue una tierra de islam hasta la Reconquista, el proceso de reclamar la tierra de España bajo el cristianismo hecho por “Los Reyes Católicos”, Fernando de Castillo e Isabel de Aragón, en el siglo XV. Empezando en el norte de la tierra que es la España actual, los ejércitos de Fernando e Isabel reclamaron la tierra de los musulmanes, yendo finalmente a Granada en el sur, y por fin expulsaron a los musulmanes, convirtiendo España en un país dominado por el cristianismo, específicamente el catolicismo.
Después de la Reconquista, la corona española empezó a aumentar el tamaño de su dominio a través del imperialismo. Empezando con los viajes de Cristobal Colón en los últimos años del siglo XV, España se convirtió en un imperio poderoso, deseando reclamar la tierra y la gente del nuevo mundo. A causa de la dominación de los nativos, la esclavitud, y los ricos recursos naturales como oro y plata del nuevo mundo, la corona española se enriqueció mucho.
Empezando en el siglo XVIII, España iba perdiendo sus tierras fuera de la peninsula ibérica. Al principio del siglo XIX, la Guerra Napoleonica debilitó mucho el poder español, y al mismo tiempo España perdió sus tierras en el oeste salvo Cuba, Puerto Rico, y las Filipinas, que fueron perdidos en la Guerra Hispano-Americana al fin del siglo XIX.
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