(México) Cuatro trabas

[Fermat]

Isaac Katz, 22/04/2024

La economía mexicana está llena de trabas que encarecen su funcionamiento. Las consecuencias son obvias: ineficiencia en la asignación de recursos escasos tanto sectorial como regionalmente, bajas tasas de ahorro e inversión y, por lo mismo, de acumulación de capital físico en planta, maquinaria, equipo e infraestructura, una ínfima tasa de acumulación de capital humano de alta calidad, poco cambio tecnológico en los procesos de producción que resulta en una baja y estancada productividad factorial total, existencia y apropiación de rentas monopólicas a costa del bienestar de los consumidores, una relativamente baja penetración financiera entre la población y un largo etcétera. Todo esto se ha traducido en relativamente bajas tasas promedio de crecimiento del PIB y la persistencia de elevados índices de pobreza, lo que inhibe mayores incrementos en el bienestar de la población.

El objetivo principal de la política económica es lograr un proceso sostenido de desarrollo económico que resulte en mayores niveles de bienestar. Por lo tanto, es indispensable identificar esas trabas y eliminarlas tal que se detonen los tres elementos que llevan a mayores tasas de crecimiento del PIB, ya que sin este no es posible alcanzar mayores niveles de desarrollo. Los tres elementos que se traducen en una expansión de la economía son la acumulación de un mayor acervo de capital físico, el incremento en la cantidad de mano de obra ajustada por el capital humano que cada individuo posea y un aumento en la productividad factorial total derivada del cambio tecnológico en la producción.

Destaco en este artículo cuatro de las principales trabas que encarecen la operación de la economía y su crecimiento: debilidad del Estado de derecho, barreras regulatorias de entrada y salida de los mercados, regulación del sistema de seguridad social y estructura del sector educativo.

No hay duda de que en México prevalece un débil Estado de derecho, fenómeno que se ha agravado en estos últimos seis años. De entrada, no sólo hay una deficiente e ineficiente definición en el marco legal empezando por el artículo 27 constitucional de los derechos privados de propiedad sino, más aún, no existe una efectiva garantía y protección de estos derechos por tres razones. Primera, el riesgo expropiatorio es elevado por como está establecido en este mismo artículo de la Carta Magna y en la Ley de Expropiaciones. Segunda, tal como se desprende de la alta incidencia de delincuencia e impunidad, se puede afirmar que el gobierno ha abdicado de su principal función y razón de ser que es proteger y garantizar la seguridad personal y patrimonial de los individuos. Tercero, no hay una eficiente garantía judicial del cumplimiento de los contratos en las instancias de los poderes judiciales estatales, que son en donde se dirimen mayoritariamente los juicios mercantiles. Esta debilidad del Estado de derecho inhibe la inversión en capital físico y la introducción de cambios tecnológicos y, por lo mismo, el crecimiento. Fortalecer el Estado de derecho es, por lo mismo, imperativo.

Entrar y salir de los mercados es caro como resultado de una notoriamente deficiente, excesiva e ineficiente regulación, tanto al nivel federal como estatales y municipales. Infinidad de permisos, licencias y reglas de observancia obligatoria no solo encarecen crear empresas sino también operarlas. Esto además de inhibir la inversión y la creación de empleos y generar unas ineficiente asignación de recursos sectorial y regionalmente, se traduce en dos formas de rentismo. El primero son las rentas de las cuales se apropian los funcionarios públicos a cargo de administrar la regulación, es decir, corrupción. El segundo son las rentas de las cuales se apropian empresas que por la propia regulación impiden que haya competencia y por lo mismo adquieren poder monopólico de mercado. Esta ineficiente regulación la terminan pagando los consumidores a través de mayores precios, menor calidad de los bienes y servicios y, por lo mismo, menor bienestar. Moverse hacia una regulación más eficiente, generando condiciones de competencia en los mercados, abatiría la corrupción y aumentaría el bienestar de la población.

La economía mexicana tiene un grave problema de informalidad laboral en dos dimensiones. La primera es la de trabajadores que aún estando laborando formalmente carecen de acceso al sistema de seguridad social. La segunda es la de trabajadores laborando en el sector informal de la economía, es decir, en empresas que operan ilegalmente al no estar registradas ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Un elemento, quizás el principal que explica tal informalidad, es que el diseño de la regulación de la seguridad social en particular lo relativo a las aportaciones patronales al IMSS, Infonavit y Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) actúan como un impuesto implícito al empleo formal y un subsidio a la informalidad. Moverse hacia el financiamiento del sistema con la recaudación general de impuestos es necesario para abatir la informalidad e incentivar la creación de empresas formales y de su empleo.

Introducir el cambio tecnológico en la producción para así aumentar la productividad factorial total y el crecimiento se vuelve más difícil y más caro si los trabajadores no tienen el necesario acervo de capital humano, el cual se adquiere y acumula principalmente en el sistema educativo. Un grave problema histórico de México es la baja calidad del servicio educativo derivado de un arreglo institucional orientado no a premiar la calidad en la impartición de educación sino la lealtad política de los profesores; la educación está secuestrada por los líderes sindicales del magisterio. La baja calidad (y cantidad) del capital humano adquirido en el proceso educativo formal no solo implica una menor productividad de los individuos cuando se incorporan al mercado laboral, sino también inhiben el cambio tecnológico y el crecimiento. Es por lo mismo indispensable introducir mecanismos de evaluación y de premiación tal que se incentive la impartición de educación de mayor calidad. Cuatro trabas que son necesarias atender para lograr mayor crecimiento, desarrollo y bienestar.

https://www.eleconomista.com.mx/opinion ... -0016.html

[gines a]

Lo que salva a Mexico es la inmensa cantidad de billones de dolares en inversion que esta recibiendo de USA para traer produccion de Asia hacia America.