Aunque parezca extraño, las celebraciones de empresa ofrecen una de las muchas oportunidades para generar inercia que mejorará y fortalecerá los vínculos entre el equipo y la dirección. Las comidas navideñas con compañeros de trabajo son perfectas para reforzar valores como la camaradería, la sensibilidad y la empatía en un ambiente mucho más relajado, con menos formalidades y buen humor.
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Además, si consideramos la cultura corporativa como "las acciones" de una organización, cada celebración o conmemoración contribuye a la creación de experiencias que consolidan una identidad compartida. De hecho, una comida (o fiesta) de empresa en Navidad no solo es un momento divertido y desenfadado, sino que también es un punto de inflexión con el potencial de aumentar el orgullo de pertenencia de los empleados a la empresa y generar una actitud mucho más positiva en el trabajo.
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