Después de tres recuentos nacionales consecutivos en los que él o su partido o ambos fueron derrotados por el electorado nacional, es hora de que incluso sus seguidores acepten la verdad: Toxic Trump es el equivalente político de una lata de Raid.
Lo que sugieren los resultados del martes por la noche es que Trump es quizás el repelente de votos más profundo en la historia moderna de Estados Unidos.
La forma más segura de perder en estas elecciones intermedias era ser un político avalado por Trump.
Esto no es una hipérbole.
A excepción de los estados profundamente rojos donde un cadáver republicano habría vencido a un demócrata, los votantes que eligieron en carreras realmente competitivas, que todos esperaban que se comportaran como lo hacen los votantes de mitad de período y se inclinaran por el partido externo, echaron un vistazo a los acólitos cuidadosamente seleccionados de Trump y amordazaron .
Los recaudadores de fondos liberales en realidad ponen dinero detrás de los candidatos respaldados por Trump en las primarias republicanas en todo el lugar para ayudarlos a prevalecer y que los demócratas puedan enfrentarlos en las elecciones generales. Fue claramente cínico y un abuso de nuestro proceso político. Pero funcionó como pandilleros.
Portada del New York Post del 10 de noviembre de 2022.
Como señaló Kevin Robillard del Huffington Post el miércoles por la tarde, cuando una demócrata de Michigan llamada Hilary Scholten finalmente fue declarada ganadora de su escaño en la Cámara contra un lunático delirante llamado John Gibbs : "Con esta convocatoria electoral, todos los republicanos que ganaron sus primarias con ayuda de la intromisión demócrata ha perdido en las elecciones generales”.
Gibbs es un ejemplo de la monomanía de Trump. Exfuncionario del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Trump, Gibbs tuiteó que funcionarios asociados con Hillary Clinton participaron en rituales satánicos. ¡Pero no importa! Gibbs creía que las elecciones de 2020 le fueron "robadas" a Trump, la única postura que le importa al expresidente.
Trump respaldó a Gibbs en las primarias para derrocar a un republicano en funciones, Peter Meijer, porque Meijer tuvo la temeridad de votar a favor del juicio político después de la vergüenza del 6 de enero.
Trump se salió con la suya. Los republicanos perdieron el escaño.
Este patrón se repetía una y otra y otra vez.
En casi todos los lugares donde perdió un Trumpster, hubo un republicano regular que podría y debería haber sido el candidato del partido, un candidato que podría haberse aprovechado de los hechos y fundamentos excepcionalmente horribles que enfrentarán los candidatos demócratas en 2022.
Pero luego, Toxic Trump entró en estas carreras, eligiendo al candidato que se inclinó más bajo o, como en Pensilvania, optó por un médico vendedor de aceite de serpiente porque, al parecer, a su esposa le gustaba ver a Mehmet Oz ladrar en la televisión de la tarde.
Y la historia de los votantes independientes nos dice que normalmente habría acudido en masa al Partido Republicano y habría dicho: "Oh, hombre, ¿qué es ese hedor?"
En las últimas cuatro elecciones intermedias, las indias eligieron al partido que no ocupó la Casa Blanca por márgenes de dos dígitos. En 2018, con Trump como presidente, el voto independiente fue de 12 puntos a favor de los demócratas. En 2006, con George W. Bush en el Despacho Oval, la cifra fue de 18 puntos. Cuando Obama fue presidente en 2010 y 2014, Indias se fue 16 y 12 puntos en la dirección republicana respectivamente.
ver también
Columna de Piers Morgan sobre Trump y DeSantis.
Es hora de que el Partido Republicano deje a Trump el Gruñón y corra con Ron DeSantis
Esta semana, los Independientes fueron 49-48 para los Demócratas . Un punto, en la otra dirección.
Los independientes marcaron la diferencia entonces y marcaron la diferencia el martes. No querían seguir escuchando sobre el fraude electoral que no existía, o sobre cómo el mundo había hecho mal a un multimillonario quejumbroso que perdió su candidatura a la reelección debido a su propia incompetencia.
Los votantes tienen sus propios problemas. Esta elección fue sobre ellos, no sobre la incapacidad patológica de Toxic Trump para aceptar su propio fracaso, y su desesperada necesidad de elevar a los lamebotas que inducen vergüenza mientras castiga a los políticos capaces de un pensamiento independiente.
La figura política británica Oliver Cromwell dijo una vez acerca de otros políticos británicos que se habían quedado más tiempo del esperado y estaban arruinando el país: “¡En el nombre de Dios, vete!”.
Hey, Tóxico Trump: Lárgate.
Como siempre,regular traduccion. En ingles : https://nypost.com/2022/11/09/heres-how ... -midterms/
