Los habitantes nativos de hispanoamérica (en general), y sobre todo a partir del s. XVII:EvaristoSoublette escribió: ↑Mié Ene 19, 2022 10:13 pm
Intersectemos estos comentarios, el fallido statement de Joao y la pregunta que honestamente hace Lacan con respecto a que pudo motivar la reacción de una parte importante de la clase mas alta de los criollos del Imperio español en la Indias a romper de manera radical con la monarquía española que en ese momento y desde hacía unos 100 años estaba encabezada por un borbón...
1. nunca se sintieron españoles
2. España nunca los "sintió" verdaderos españoles
La identidad no puede desvincularse de la tierra que te vio nacer, la tierra en la que creciste o la comida de tu infancia. Con España hubo vínculos fuertes, pero escasa identidad. Las comunidades indígenas estaban en una situación más precaria, porque no se sentían ni españoles ni americanos (en el sentido del americano criollo), eran guaraníes o méxicas u otra cosa, pero apoyaban contextualmente a quien les ofreciera las mejores opciones de acuerdo a sus intereses y a quien fuese más fuerte en el sentido de la autoridad, el que yo llamaría el mejor garante.
Maíz versus trigo, los criollos rechazan la autoridad Española y los españoles que llegan a América muestran siempre su autoridad superior y su distanciamiento, pero los criollos no reaccionan abiertamente sino hasta cuando esa autoridad comienza a mostrar vacíos y grietas. Allí entra el aporte de Evaristo, la situación en Europa y el mensaje simbólico de Haití. Es interesante discutir las condiciones que permiten y que empujan hacia la ruptura. Ese momentum en el cual ser español no ofrece ninguna ventaja, la corona pierde autoridad y garbo, y la identificación se desplaza con fuerza hacia la propia tierra.
Los habitantes de las islas Malvinas se sentían más argentinos que ingleses antes de la guerra. Luego el Reino Unido tuvo que ofrecerles mayores y mejores garantías para evitar que se saliesen del carril. Hay un océano de distancia con Europa. España no fue capaz de acortar el océano que la separaba de América, sino de hacerlo cada vez más abismal.