En estos días quise probar una receta que vi en Instagram y me pareció muy simpática. Ahora debo decir que además, queda muy rica.
Hice masa para arepas, aceité un molde de mini muffins y ahí puse bolitas de masa, que pisé con al mazo del mortero, para hacer cesticas.
Yo cometí el error de hacerlas muy gruesas. Son más lindas si quedan finitas.
Van al horno a 400ºF por unos 20 minutos o hasta que estén doraditas.
Las rellené con con un guisito que hice de camarones, pero lo puedes hacer con lo que gustes.
De plato principal hice vieiras, con puré de guisantes.
Las vieras se lavan, se secan con papel absorbente de cocina, se les pone sal y pimienta. Se cocinan en un poquito de aceite, unos tres minutos de cada lado. Es decir, cuando doren de un lado se les da vuelta y se cocinan, hasta que dore el otro lado.
En un post anterior, conté cómo hacer el puré de guisantes.
Y de postre, Crema Catalana.
Yo pelo la concha de una naranja, en dos vueltas y lo mismo con concha de limón. Les saco lo blanco y se las agrego a un litro de leche, y una raja de canela. Cocino un rato, sin dejar que hierva. Apago, dejo que infusionen más los sabores de los cítricos y la canela.
Mientras tanto, bato seis yemas de huevo, con una taza de azúcar y cuatro cucharadas de maicena. Como esa mezcla es muy espesa, le agrego un poco de la leche (cuidando que no esté muy caliente, para que no cocine el huevo) y esa mezcla la vuelvo a poner en una olla a cocinar, a fuego medio/bajo. Se va batiendo constantemente, hasta que espese la mezcla. Se vierte en moldes, se deja reposar un rato y después, a la nevera.
Para servir, se le espolvorea una capita de azúcar al tope y se quema con un soplete.
Debe haber otra forma de quemar sin el soplete, pero la tengo que buscar.