Tukki escribió: ↑Lun Mar 20, 2023 11:22 pm
En serio no ves la aberración que significa exponer a los niños a Drags?
Es surrealista que justifiquen estas defecaciones bípedas, de pana, ¡tienen que revisarse!
¿En serio no lees lo que escribo?
A ver… Cuando mi hijo estaba pequeño, lo llevé en Venezuela, a distintas obras de teatro infantil y hasta al ballet. Si mal no recuerdo era Danza Hoy quien tenía el montaje de Otto el Pirata en el Teresa Carreño. ¡Maravilloso!
Si me guío por los prejuicios que se leen aquí…
En Suiza, lo llevaba a distintos Cuentacuentos. Uno de esos lo hacía una tienda por departamentos muy conocida. Primero tenía que dibujar algo en casa, porque esa era la entrada. Después los llevaban a contarles los cuentos en un tranvía, por la ciudad.
También había un teatro donde tenían función de cine para niños, los miércoles.
Recuerdo un verano en el que hizo muuuucho calor y salíamos a caminar todos los días por diferentes bosques y cruzábamos ríos en chalanas y de ahí a comer helados caseros en el patio de la Catedral de Berna.
Los viernes eran días de ir a tomar el café (él tomaba chocolate) y hablar de la vida en un restaurante. Después le compraba un Bionical de Lego en la juguetería y en lugar de MacDonalds que detesto, le compraba Sushi que le encantaba.
Hay un café en un parque donde mis amigas y yo llevábamos a los niños, siempre con la advertencia de no tocar bajo ningún concepto una jeringa, si veían alguna, porque son peligrosas, pueden traer enfermedades graves, entre otras cosas… Y venían corriendo con los ojos desorbitados a contar, si se las encontraban.
A lo que voy… Mi hijo tuvo una infancia feliz, lleno de actividades que yo elegía, acompañaba y supervisaba, con las advertencias e información importantes para su seguridad. Y es que hasta los paseos con los Scouts iban llenos de un rosario de cuidados que debía tener, siendo ese uno de los reductos preferidos de los depredadores.
Así que no,
Tukki. Si me hubiesen tocado los cuentos drags, mi hijo hubiese ido acompañado por su mamá, con un arsenal de información y con la obligada discusión entre nos, sobre lo que escuchó.
Mi hijo a sus 27 años recuerda con bastante precisión lo que hizo y lo que nos divertimos. No necesitamos de una ley que nos dicte la moral. Esa era mi responsabilidad, no del Estado.
Lo que yo no puedo hacer es proteger a mi hijo de un
mass shooting, porque el Estado permite que cualquier bicho de uña tenga una ametralladora de guerra y salga a dispararle a todo lo que se mueva.
¿Nos vamos entendiendo?
Saludos.